OBSERVATORIO DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL EN
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Contexto
En los últimos años se ha comenzado a producir un crecimiento muy significativo de la oferta de Educación Superior abierta y a distancia [que aquí denominaremos virtual, término que evita la dicotomía entre alumnado presencial y no presencial] en América Latina y el Caribe, así como de diversas formas hibridas. Es este un proceso dotado de una alta complejidad y diferenciación en países y universidades, atendiendo a las diferencias de sus normativas, de sus niveles de conectividad, de los niveles de cobertura existentes, así como de las propias diferencias y características geográficas de los países.
Es, sin embargo, claro que, con el objetivo e aumentar la cobertura y reducir los costos, los gobiernos y los expertos están visualizando la educación virtual como un mecanismo de acceso a la Educación Superior. Tal nueva situación puede contribuir a mejorar la movilidad académica, los niveles de calidad y ampliar la cobertura pero, al tiempo, puede fragmentar aún más la Educación Superior en la región, dadas las diferencias de criterios, la ausencia de estándares de calidad y la alta diferenciación de modalidades pedagógicas.
Actualmente, una multiplicidad de instituciones y de gobiernos a nivel nacional o estatal, están incursionando crecientemente en ofertar servicios educativos bajo estas modalidades. Es este un proceso aluvional, medio caótico, que las estadísticas no relevan claramente, con fuertes diferencias en sus dinámicas pedagógicas y bajo marcos o políticas que aún actúan como restrictores a la expansión de estas modalidades o, inversamente, como promotores, al carecer de regulaciones.
Así, la velocidad del proceso de expansión de la Educación Virtual y la necesidad de conocer sus diversas modalidades e iniciativas requiere un seguimiento permanente. La existencia de múltiples dimensiones, de complejas innovaciones que pronto fracasan, de la amplitud de ámbitos institucionales que están incursionando y del impacto internacional y en América Latina y el Caribe visualizan la necesidad de promover un diagnóstico de los procesos en cursos, que permitan develar las diversas estrategias, sus debilidades y también sus potencialidades
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