Entrevistamos a Adolfo Rodríguez, especialista en Educación en la UNESCO, quien junto a Rosa Wolpert, oficial nacional de Educación en UNESCO México, es autor del capítulo Construir sociedades pacíficas, democráticas y sostenibles mediante el combate a la desinformación y el empoderamiento de la juventud del libro Nuevos escenarios en América Latina: democracia, innovación y tecnología.
En el libro, editado conjuntamente por Virtual Educa, el Instituto Nacional Electoral de México (INE) y la Escuela de la Buena Política, Rosa Wolpert y Adolfo Rodríguez sostienen que la formación de la ciudadanía del siglo XXI requiere que todas las personas tengan acceso a la información y libre expresión. La desinformación y la violencia mediática, los discursos de odio y la discriminación limitan este derecho, por lo que es esencial tener herramientas para evitar las exclusiones y usar la información para promover cambios sociales necesarios.
Los autores describen una iniciativa que se está implementado desde la UNESCO, la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI), que ayuda a las personas, especialmente a los jóvenes, a tener poder, convivir con los medios tradicionales y digitales, usar la información para el bien común y participar en la construcción de sociedades pacíficas, justas, democráticas y sostenibles.
Fomentar el diálogo y el entendimiento mutuo para construir sociedades sostenibles
La UNESCO tiene como misión construir la paz en la mente de las mujeres y los hombres. Para ello, “desarrolla diversas actividades relacionadas con sus áreas centrales: la ciencia, la cultura, la educación y la comunicación”, señala Adolfo Rodríguez.
Uno de los aspectos destacables de la labor de la UNESCO es el trabajo en la comprensión de los medios, los mensajes y las intenciones de quienes los emiten. Se trata de un tema novedoso que va más allá de la capacidad para acceder a utilizar y transformar contenidos. “Se trata de entender el trasfondo de los mensajes, que puede tener un impacto en la construcción de ideas, tendencias y polarizaciones”, afirma el especialista en Educación.
La UNESCO genera metodologías, instrumentos y capacidades para que las personas puedan acceder a los contenidos de una manera transparente, ética y funcional. También se enfoca en cómo estos contenidos llegan por distintas vías impresas o digitales y cómo influyen en las sociedades.
“El objetivo es evitar la estigmatización, los extremismos y los mensajes de odio y promover el respeto a la diversidad cultural y los puntos de vista diferentes. Así, se busca contribuir a la construcción de sociedades pacíficas, inclusivas, justas y sostenibles”.
Para lograr este propósito, desde la UNESCO se utilizan las herramientas del conocimiento, la ciencia, la pedagogía, la comunicación y la cultura; un trabajo que resulta fundamental para fomentar el diálogo intercultural y el entendimiento mutuo entre las personas.
Alfabetización Mediática e Informacional: una herramienta para la paz
La UNESCO promueve un programa interdisciplinario que aborda la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI). Se trata de un conjunto de capacidades para comprender y actuar sobre los medios y los mensajes que recibimos a través de distintas plataformas.
“El programa tiene dos objetivos principales: por un lado, ayudar a las personas a entender cómo funcionan los medios hoy en día, cómo usan los algoritmos y los discursos para generar tendencias, violencia o desinformación. Por otro lado, fomentar la participación activa de las personas, especialmente de los jóvenes, para intervenir en los mensajes y contrarrestar la desinformación con datos verídicos, empatía y temas sustanciales”, señala Adolfo Rodríguez.
La Alfabetización Mediática e Informacional busca promover los valores de los Derechos Humanos, como la inclusión, la igualdad de género y la interculturalidad. También busca contribuir a la construcción de comunidades y sociedades más democráticas y pacíficas. “Es una herramienta fundamental para enfrentar los retos actuales como el cambio climático, la paz o la igualdad entre hombres y mujeres”, destaca el experto de la UNESCO.
Activismo juvenil: una estrategia para enfrentar el futuro
Rodríguez señala que en la UNESCO se ha detectado un problema de desilusión entre los jóvenes respecto al futuro. Según las mediciones de las Naciones Unidas, más del 60% de los encuestados están desilusionados por la situación mundial, marcada por la guerra, el agotamiento de los recursos, la falta de oportunidades y las crisis económicas. “Además, no creen en las instituciones tradicionales como la familia, la escuela o los partidos políticos”.
Para revertir esta situación, la UNESCO propone una actitud diferente hacia los jóvenes. En lugar de imponerles la verdad de los adultos, se trata de respetarlos y dialogar con ellos sobre sus preocupaciones y sus esperanzas. También se trata de reconocer su visión crítica y su potencial para generar soluciones.
De acuerdo al organismo internacional, una forma de motivar a los jóvenes hacia el futuro y que pasen a la acción es apostar por el activismo juvenil. Se trata de que se organicen entre ellos y propongan acciones de trabajo comunitario en temas como el cambio climático, la paz o la igualdad. Así, “se busca empoderar a los jóvenes y hacerlos partícipes de la construcción de un mundo mejor”.