El pensamiento crítico, las destrezas comunicativas, el trabajo en equipo y la creatividad son las cuatro habilidades que todo estudiante del siglo XXI debería dominar. ¿Qué mejor que las matemáticas para emprender ese camino? Este mes, investigamos de qué manera los docentes pueden promover el desarrollo de estas habilidades y encontramos tres elementos clave: el juego, la tecnología y el aprendizaje conceptual.
Un dialogo de Matific con sus expertos en educación
Para Harouna Ba, director del Sara Lee Schupf Family Center for Play, Science, and Technology Learning ubicado en el New York Hall of Science, el juego, la tecnología y el aprendizaje conceptual enriquecen la enseñanza de las áreas STEAM, tan importantes en el siglo XXI.
Sentar una buena base de conocimientos matemáticos y físicos es clave si se desea triunfar en el mundo de las STEAM una vez terminada la escuela. Sin embargo, la mayoría de los estudiantes no recibe una preparación adecuada en esas áreas durante la secundaria.
Los especialistas en educación hace tiempo señalan que los docentes deben contar con recursos atractivos y efectivos a fin de motivar el interés por estudiar carreras STEAM.
Si deseamos alterar el proceso de aprendizaje de materias STEAM, es necesario incorporar tres elementos en la educación del siglo XXI: el juego, la tecnología y el aprendizaje conceptual.
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El juego como metodología pedagógica promueve la motivación intrínseca y extrínseca y, a la vez, fortalece el compromiso estudiantil y el dominio de conceptos matemáticos y científicos.
Jugar en entornos educativos controlados convierte el aprendizaje en una actividad lúdica: desarrolla la curiosidad, la investigación, el pensamiento no lineal y divergente, la resolución de problemas y la creatividad.
Las simulaciones y los juegos tecnológicos correctamente diseñados contribuyen al desarrollo de las habilidades de investigación, ya que los estudiantes deben manipular información, formar parte de experimentos sin limitaciones tempo-espaciales, y predecir las variables y los resultados. Además, pueden ser de gran inspiración para los estudiantes con dificultades gracias a que se les brinda asesoramiento e instrucciones personalizadas según los intereses y las necesidades de cada uno.
El aprendizaje conceptual se basa en la rigurosa combinación de juego guiado, tecnología y aprendizaje de contenido. Los planes educativos que cuentas con dichos elementos les brindan la posibilidad a los estudiantes de integrar el conocimiento que ya tienen con el aprendizaje conceptual que están desarrollando sobre matemática y ciencia. En el camino, los docentes ayudan a los estudiantes a armar argumentos, encontrar el sentido de los conceptos y reflexionar sobre ellos, lo que aumenta su bagaje cognitivo.