A Sugata Mitra se le ocurrió un experimento. En 1999, mientras se dedicaba a enseñar programación, hizo un agujero en una pared de un barrio pobre de Nueva Delhi, India. En el hueco instaló una computadora conectada a internet. Y la dejó. Esperó unas horas, ocho horas, y volvió al mismo lugar. Descubrió que los chicos, antes sin ningún contacto con la tecnología, apenas alfabetizados, habían aprendido los conceptos básicos para manejar la PC. Habían aprendido también nociones mínimas de inglés, el idioma que ofrecía la computadora. En realidad, se habían enseñado entre ellos, le dijeron.
El descubrimiento lo sorprendió, pero pensó que podía tratarse de una casualidad, que justo un experto en informática había pasado por el barrio y le había enseñado a los chicos. Por eso, replicó el experimento en zonas remotas de India, donde nadie jamás podía haber tenido cerca una PC. Los resultados fueron los mismos. Los chicos aprendían a navegar por Internet por sus propios medios.
En 2002, con financiamiento del Banco Mundial logró transformar el experimento en una investigación, que luego se llamó «Hole in the wall»; en español, «Agujero en la pared». Mitra, un hombre de ciencias, graduado en Física, había dado con un gran descubrimiento: un grupo de niños, con acceso a Internet, pueden aprender en nueve meses a manejar una computadora sin la ayuda de un supervisor.
«¡Arribé en la educación mayormente por accidente!», le dijo en una entrevista a Infobaedurante su visita al evento Virtual Educa, que se desarrolló en la Ciudad de Buenos Aires. «Estaba interesado en conocer qué y cómo sucede en el cerebro el proceso de aprender. ¿Cuál es la física del aprendizaje? En el proceso, tropecé con el aprendizaje de los niños», agregó.
Leer entrevista completa en https://www.infobae.com/educacion/2018/09/16/instalo-una-computadora-en-un-barrio-pobre-e-hizo-un-descubrimiento-impensado-ahora-su-modelo-educativo-esta-en-105-paises/