En un nuevo informe de Diálogo Interamericano, los miembros del Grupo de Trabajo de Tecnología e Innovación en la Educación hacen un llamado a las autoridades educativas, docentes y directivos, a la sociedad civil organizada, a las empresas, y a la comunidad educativa en su conjunto, a profundizar los esfuerzos innovadores que se han observado durante la pandemia de COVID-19 y convertirlos en estrategias transformadoras a largo plazo.
La tecnología puede ayudar a innovar los sistemas educativos y juega un papel importante en resolver el problema de la calidad: transformando métodos pedagógicos ineficaces y actualizando herramientas didácticas obsoletas en el aula, así como en la gestión de los procesos educativos a escala. La pandemia ha demostrado que la incorporación de tecnología en la educación es inevitable y urgente, no solamente para afrontar las demandas de un nuevo modelo de educación a distancia, o un futuro sistema híbrido, sino también para mejorar la calidad de la enseñanza y la eficacia de los sistemas educativos a largo plazo.
La reapertura gradual de las escuelas pondrá de relieve la profundización de las inequidades que ya existían en los sistemas educativos de la región y que han empeorado en el último año, y la imperiosa necesidad de invertir en el mejoramiento de la calidad educativa, a través de una adecuada incorporación y uso de las tecnologías.
Producto de su trabajo conjunto de más de dos años, el grupo identifica cinco temas prioritarios y transversales a resolver para facilitar la incorporación efectiva de nuevas tecnologías en los sistemas de educación de la región:
- Asegurar el acceso a la conectividad de calidad, permanente y asequible en todas las escuelas, hogares y comunidades.
- Involucrar a los docentes y directivos en la planificación e implementación de estrategias tecnológicas para la educación e invertir en su desarrollo inicial y continuo en habilidades analíticas, tecnológicas y de comunicación.
- Fomentar el liderazgo audaz que defina una visión estratégica para la innovación tecnológica de la educación, un esquema de financiamiento a largo plazo, así como un plan de coordinación con todos los actores clave del ecosistema educativo.
- Promover las alianzas con el sector privado a fin de acelerar la transformación tecnológica de calidad y potenciar la capacidad técnica y financiera de los gobiernos.
- Invertir en tecnología para modernizar y mejorar los procesos de gestión educativa.