Titulado “Switched on”, un nuevo dosier técnico publicado recientemente por la UNESCO, examina el potencial, así como los desafíos, que representa la existencia de una cantidad cada vez mayor de jóvenes que recurren a los espacios digitales con el fin de educarse y de recibir información acerca de la sexualidad.

Publicado con motivo del Foro de la UNESCO sobre educación en sexualidad en los espacios digitales organizado en Estambul (Turquía), el dosier técnico (en inglés) aborda el frágil equilibro al que deben hacer frente los educadores y creadores de contenidos, entre la utilización del potencial que representa el mundo en línea para proporcionar educación sexual y la responsabilidad que implica lograr que los jóvenes dispongan de las competencias necesarias para encarar de manera crítica los contenidos que hallan en este espacio.

Vibeke Jensen, directora de la Sección de educación por la paz y el desarrollo sostenible de la UNESCO, afirmó: “Cada vez son más los jóvenes que buscan en los espacios digitales informaciones sobre el cuerpo, las relaciones y la sexualidad, motivados por proteger su privacidad y el anonimato que puede brindar el mundo digital. Una encuesta reciente llevada a cabo por la UNESCO arrojó que durante los 12 últimos meses, 71% de jóvenes entre 15 y 24 años han buscado en línea temas relativos a la educación sexual e informaciones al respecto. Esto significa una oportunidad única para proporcionar una educación en materia de sexualidad a los jóvenes, incluidos los grupos marginados. Pero plantea a la vez la cuestión de saber cómo podemos garantizar que el contenido resulte accesible, fiable y seguro.

El documento revela los resultados de dos estudios encargados por la UNESCO en 2019, en los que se constata que los temas buscados más a menudo en línea por las personas entre 15 y 24 años de edad son: las infecciones de transmisión sexual (ETS) o el VIH; la cultura, la sociedad y la sexualidad; el acoso, el abuso y la violencia en relación con el sexo; y las relaciones interpersonales. Los jóvenes adolescentes que tienen entre 10 y 14 años se interesan más en obtener información sobre los cambios de sus cuerpos que sobre la sexualidad y las relaciones. Las personas que no se identifican con las categorías de género binarias, femenino o masculino, buscan en línea con mayor frecuencia contenidos vinculados con el cuerpo, la sexualidad y las relaciones, algo que confirma que para las personas LGBTQI el espacio digital representa una fuente de información importante.

A pesar de la rápida expansión de la información y de la educación digital, se sabe poco sobre la manera en que los jóvenes se implican en la educación digital en línea en sexualidad y acerca de la manera en que esta influye en sus conocimientos y comportamientos. Por otra parte, no se da atención a la calidad de la información en línea sobre la sexualidad, de modo que los jóvenes descubren una amplia gama de contenidos que pueden resultar, en algunos casos, incompletos, mal informados o nocivos.

Al igual que en el mundo digital fuera de línea, existen riesgos para los niños y los jóvenes en línea, entre los que figuran desde la exposición a contenidos inapropiados como las imágenes violentas o los discursos discriminatorios hasta maneras violentas de abordar el género, las cuestiones raciales, la homofobia y otras formas de acoso.

Las partes interesadas reunidas esta semana durante el Foro Switched On, resultante de la colaboración entre la UNESCO, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), la International Planned Parenthood Foundation (IPPF) y el Centro Federal para la Educación y la Salud (BzgA), debatirán acerca de cuestiones relativas al suministro de una educación digital de calidad en sexualidad. Asimismo, examinarán los datos fehacientes existentes, revisarán las plataformas de prácticas idóneas, escucharán a los jóvenes y elaborarán un plan de acción en materia de actividades futuras.

En nombre de la UNESCO, Vibeke Jensen añadió: “Queda todavía mucho por hacer en materia de investigación y de inversiones para entender la eficacia y la repercusión de la educación digital en sexualidad, así como sobre la manera en que esta puede servir de complemento a las iniciativas basadas en los programas de enseñanza, tal y como se describen en las principales orientaciones técnicas internacionales. En parte, la solución consiste en permitir que los jóvenes lleven a cabo iniciativas por sí solos, pues ya no son consumidores pasivos y disponen, además, de una reflexión sofisticada en las cuestiones relativas a la tecnología digital.

A N U N C I O