No habrá escuela sin nuevas tecnologías, coinciden los expertos, que alertan de la relevancia que están adquiriendo en las aulas las aplicaciones de realidad virtual y realidad aumentada para, por ejemplo, recrear batallas históricas, conocer por dentro el cuerpo humano o participar en debates simulados.
«Los jóvenes van a tener que aprender programación porque su relación con la máquina va a ser diferente y tienen que ser capaces de dominarla, pero también necesitarán habilidades para trabajar en entornos que plantean retos. Son las competencias 100% humanas, que nos hablan de capacidad de adaptación, pensamiento crítico, flexibilidad, creatividad, trabajo en equipo, habilidades comunicativas, empatía e innovación», enumera Ana Capilla, coordinadora de Educación Superior de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y otra de las expertas de la cumbre de París.