El candidato salvadoreño al Premio Nobel de la Paz, Félix Latzo, se toma la nominación como «un honor», pero considera que lo más importante y «trascendente» es la presencia que tiene el país en un evento de esta magnitud.
Latzo tiene por delante un largo camino hasta que se defina el ganador en el mes de diciembre, un reto en el que se ha trazado tratar de unificar el país alrededor del evento. Ya se reunió con los ministerios de Relaciones Exteriores y Educación, y tiene planificada una gira por empresas privadas para motivar su programa Plantando América, que busca el desarrolla de la «conciencia ecológica», dice.
Hasta el momento el ecologista dice que no ha recibido el apoyo esperado, pero hay mucho trecho por delante por conquistar aliados y respaldo. Sonríe cuando asegura que a la estudiante sueca Greta Thunberg, también nominada al premio, le hará una serie la cadena BBC, con sede en Londres, Inglaterra.
El comité de apoyo para la nominación de Latzo lo integró la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico Social (FUSADES), la Asociación de Universidades Privadas de El Salvador (AUPRIDES) y la Asociación de Universidades Privadas de Centroamérica (AUPRICA), estas instituciones trabajaron el perfil de Latzo que fue entregado a un grupo de académicos para que hicieran la nominación ante el Comité Noruego del Nobel.
Latzo creó un método en donde los estudiantes siembran un árbol al que cuidan de manera permanente y se observa el crecimiento de ambos. «De lo que se trata de es de crear conciencia ecológica, el niño crece con el árbol y aprende a valorar la naturaleza», explica.
En julio estará en el Virtual Educa World Congress Lisboa 2020 (un encuentro internacional de educación, ciencia y tecnología) y de allí el ecologista hará un cabildeo en Alemania, Noruega, Suecia, Dinamarca y Holanda donde a finales de los 80 presentó también su método.
Artículo publicado originalmente en La Prensa Gráfica. Lea aquí el texto completo original.
