Recorrer el camino hacia un nuevo estilo de desarrollo, más sostenible, requiere de una mirada y una labor política, un sistema multilateral abierto y sólido y coaliciones e instituciones para la promoción de políticas a escala mundial, regional, nacional y local, afirmó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La máxima representante del organismo regional de las Naciones Unidas presentó hoy el Informe anual sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030, en el marco de la segunda reunión del Foro de los países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible que se celebra en la sede central de la CEPAL, en Santiago, Chile.
Durante su exposición, Alicia Bárcena resaltó que veinte de los 33 países de América Latina y el Caribe cuentan con instituciones intersectoriales de alto nivel para coordinar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, lo que revela un avance concreto de la región hacia un nuevo estilo de desarrollo. A esto se suma el reconocimiento y el trabajo para que todos los sectores de la sociedad participen en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL destacó que, al 2018, 19 países de la región habrán presentado Informes Nacionales Voluntarios sobre su progreso hacia el cumplimiento de la Agenda 2030 ante el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas en Nueva York, y algunos lo harán por segunda vez.
Sin embargo, advirtió, persisten brechas, retos y algunos retrocesos que deben ser superados para dar cumplimiento a la agenda global.
De acuerdo al informe, la pobreza en América Latina se elevó del 28,5% en 2014 al 30,7% en 2016, mientras que la pobreza extrema pasó del 8,2% al 10% en el mismo período. Asimismo, más de 100 millones de personas aún siguen viviendo en tugurios urbanos.
Entre 1990 y 2013, más de 43.000 personas fallecieron y 126 millones de personas fueron afectadas por desastres de diversas magnitudes en 16 países de América Latina y el Caribe, la mayoría de ellos asociados al cambio climático.
El documento añade que persiste la urgencia de combatir la evasión tributaria que en la región alcanzaría los 340.000 millones de dólares, un 6,7% del PIB.
Por todo ello, señala, que urge la integración regional para proponer nuevos acuerdos que cierren asimetrías financieras, tecnológicas y comerciales a nivel global y se deben aplicar medios de implementación que cierren brechas de financiamiento, tecnológicas y comerciales.
Entre los retos de la región para el cumplimiento de la Agenda 2030 destaca también el de contar de información para la producción de los indicadores mundiales de los ODS cuya disponibilidad se mantiene, en promedio, en alrededor del 45% considerando aquellos indicadores que ya se producen a escala nacional o pueden producirse con la información disponible.
Finalmente, el informe reitera que no basta con la suma de acciones nacionales, es necesaria una mayor cooperación global.