Plataforma mundial busca reducir las diferencias entre «dos planetas» del gasto en educación
Después del lanzamiento de la nueva y ambiciosa meta del Banco Mundial para reducir la pobreza de aprendizajes (el porcentaje de niños de 10 años que no pueden leer y comprender un relato simple), los países necesitarán movilizar más financiamiento y encontrar vías para utilizarlo de manera más eficaz y equitativa. Para apoyar tales esfuerzos, el Banco Mundial puso en marcha una Plataforma Mundial para el Financiamiento de la Educación (PDF, en inglés) destinada a ayudar a los Gobiernos a fortalecer sus sistemas de financiamiento de la educación y a mejorar los resultados de aprendizaje.
El mes pasado, ministros y altas autoridades de más de 10 países se reunieron con representantes del Banco y organizaciones asociadas para poner en marcha la mencionada plataforma. Los participantes analizaron los desafíos en materia de financiamiento de la educación —que abarcan desde la escasez de fondos hasta políticas insostenibles en términos fiscales y el mal uso de los recursos— y el rol que puede desempeñar la plataforma para abordar dichos problemas. La vicepresidenta de Desarrollo Humano del Banco Mundial, Annette Dixon, dijo que la plataforma es el resultado de conversaciones sostenidas con los Gobiernos sobre planes de financiamiento para mejorar los resultados de aprendizaje. «Sabemos que los países en desarrollo necesitan hacer más y mejores inversiones para mejorar los resultados de aprendizaje», señaló. «La Plataforma para el Financiamiento de la Educación ayudará a los Gobiernos a implementar sus planes de financiamiento para lograr resultados más rápidos».
“La Plataforma Mundial para el Financiamiento de la Educación apoyará a los gobiernos en la implementación de sus planes de financiamiento para obtener resultados más rápidos ”
La Plataforma para el Financiamiento de la Educación, que se estableció en consulta con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Comisión de Educación, la Alianza Mundial para la Educación y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), busca crear herramientas, generar una base práctica y proporcionar apoyo técnico para garantizar que los sistemas educativos reciban el financiamiento suficiente y los fondos se utilicen de manera equitativa y eficaz. Movilizará a expertos, incluidos especialistas en política fiscal y gestión financiera, para trabajar con los ministros de Educación y Finanzas de los países de ingreso bajo y mediano.
«La plataforma es muy importante para lograr que los principales actores trabajen de manera conjunta y así asegurar que los países tengan un enfoque más integrado para financiar el desarrollo», dijo el subjefe de la División de Política de Gastos del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, David Coady. «Tenemos que llevar el debate a un nivel donde el conocimiento de las mejores prácticas se ve realmente enfrentado a la realidad en los países».
«Hay ‘dos planetas’ en términos del gasto en educación», señaló el director del Departamento de la Práctica Global de Educación (i) del Banco Mundial, Jaime Saavedra. Aunque el gasto de los países de ingreso bajo se ha duplicado a USD 200 por niño al año desde fines de la década de 1990, la cifra es insignificante en comparación con el gasto de USD 8000 de los países de ingreso alto. «El dinero se tiene que gastar bien, pero las diferencias en lo que se invierte en los niños entre los países son extremadamente grandes», agregó Saavedra. Si bien la asistencia para el desarrollo es importante para algunos países, movilizar más recursos nacionales y utilizarlos mejor es fundamental para combatir la pobreza de aprendizajes. (i)
En la República Democrática del Congo, 4 millones de niños no van a la escuela, debido principalmente a que las familias no pueden pagar las matrículas. El Gobierno introdujo la educación básica gratuita y aumentos salariales para los maestros, pero «necesitamos medidas fiscales adoptables y sostenibles» para ayudar a pagar estas reformas, dijo el ministro de Educación Primaria, Secundaria y Técnica, Willy Bakonga Wilima.
Paraguay determinó que un fondo fiduciario por un monto de USD 1000 millones, basado en ingresos relacionados con los recursos naturales, se destinará a promover la investigación y educación de excelencia. Además, el país está elaborando una ambiciosa hoja de ruta para la reforma de la educación. «Si le pedimos a la sociedad otorgar más dinero, debemos invertirlo en un mejor sistema educativo», dijo el ministro de Hacienda, Benigno López, en una entrevista. Para ello, el Gobierno busca enfocarse más en los datos, las evaluaciones y los resultados.
Otros desafíos que enfrentan el sector de la educación y los sistemas de financiamiento de la educación incluyen políticas que no son fiscalmente sostenibles o no se basan en evidencias; servicios de baja calidad en los países de ingreso bajo y para las comunidades pobres en los países, y el uso ineficaz de recursos debido a la falta de capacidad y otros factores. «Vemos en el sector de la educación que los mecanismos [de financiamiento] no son tan voluminosos como deberían ser», dijo la directora ejecutiva de la Alianza Mundial para la Educación, Alice Albright. «Debemos apoyar el financiamiento innovador».
Es aquí donde la Plataforma para el Financiamiento de la Educación (PDF, en inglés) puede ayudar. Se organizará en torno a cuatro pilares: hacer coincidir el financiamiento sostenible con las necesidades; mejorar la eficiencia, la equidad y la gestión financiera; reforzar la rendición de cuentas con mejores datos y actividades de seguimiento, y generar capacidad y conocimientos. Al principio, los países recibirán apoyo para elaborar estrategias de financiamiento creíbles a fin de lograr los objetivos de educación nacionales y reducir la pobreza de aprendizajes. (La nueva meta del Banco Mundial es reducir al menos a la mitad, para 2030, el porcentaje de niños de 10 años que no pueden leer). Uno de los elementos clave de la plataforma será identificar el costo para cada país de crear un paquete mínimo de servicios para lograr dicha meta. La plataforma elaborará también guías prácticas que pueden usar los encargados de la elaboración políticas para fortalecer los sistemas de financiamiento de la educación.
Y promoverá vías más eficaces para monitorear y recopilar mejores datos del gasto a través del apoyo al establecimiento de cuentas nacionales de educación y la publicación de un informe anual sobre el financiamiento para la educación en el mundo. Barbara Bruns, una investigadora invitada del Centro para el Desarrollo Mundial, concordó con que la disponibilidad de «mejores datos y evidencias es clave para un financiamiento más eficaz». Ella ha colaborado con Perú y otros países para aumentar los resultados de aprendizaje sobre la base del análisis de datos de estudiantes, maestros y financiamiento a nivel local y de las escuelas. «Estos son los elementos fundamentales que permiten a los Gobiernos hacer más equitativo el financiamiento, crear incentivos para el desempeño y evaluar la eficacia en función de los costos de los nuevos programas», dijo. «Y un gasto más inteligente se traduce en un mayor impacto en el aprendizaje».
Perú constituye un ejemplo de la manera en que las reformas del financiamiento de la educación como aquellas promovidas en el marco de la plataforma pueden llevar a mejores resultados de aprendizaje. El país aumentó el financiamiento e introdujo una presupuestación del sector basada en los resultados y, como consecuencia, mejoraron los puntajes de Perú en las pruebas nacionales e internacionales. La ministra de Economía y Finanzas peruana, María Antonieta Alva, dijo que la sólida cooperación entre los ministerios de Finanzas y Educación contribuyó al éxito logrado por el país. «En el Ministerio de Economía y Finanzas, elaboramos programas educacionales basados en el desempeño. También preparamos evaluaciones independientes y ayudamos a generar datos».
La Plataforma para el Financiamiento de la Educación ayudará a las partes interesadas a cambiar su visión sobre el financiamiento de la educación y empezar a verlo como «una inversión con impactos a largo plazo» más que un gasto, y a poner énfasis no solo en la cantidad sino también en la calidad de la prestación de servicios de educación, señaló el subdirector general de Francia para asuntos relacionados con la globalización, Cyrille Pierre. Por su parte, el secretario permanente del Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido, Matthew Rycroft, abogó por centrar las reformas en tres esferas: asegurar el aumento del financiamiento según sea necesario; dirigir los fondos a donde se requieran de acuerdo con las necesidades específicas de cada país, y basarse en las evidencias existentes. «El financiamiento es una parte importante de la magnitud del problema», dijo. La pregunta que se debe responder es «¿Qué funciona a un bajo costo y con una alta eficacia en el sector de educación?».