Mientras los líderes de las Naciones Unidas y los delegados de todo el mundo se reúnen en Madrid para la COP 25 –la conferencia de las Naciones Unidas de dos semanas de duración sobre el cambio climático–, la UNESCO publica un nuevo análisis de las contribuciones de los diferentes países en materia de educación, formación y sensibilización de las personas sobre el cambio climático.
El cambio climático es el mayor desafío de nuestra época y la educación desempeña un papel esencial en la elaboración de soluciones adecuadas para remediar esta situación. Desde que entró en vigor, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático(link is external) (CMNUCC) de 1992, en su artículo 6, reconoce la importancia de la educación, la formación y la sensibilización de las personas para mitigar “las interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático”. El Acuerdo de París, en su artículo 12, ratificó este reconocimiento en 2015.
Los países están obligados a presentar periódicamente informes nacionales a la CMNUCC acerca de las medidas que han tomado para luchar contra el cambio climático, así como acerca de los compromisos que cuentan adoptar en el futuro. Al término del análisis de estas presentaciones, la UNESCO proporciona un informe de estado común sobre la implementación de la educación sobre el cambio climático en todo el mundo, poniendo de relieve los logros alcanzados y las deficiencias que siguen existiendo.
El estudio recuerda que casi todos los países ya han mencionado a la educación sobre el cambio climático en sus presentaciones nacionales en el marco de los mecanismos de elaboración de informes de la CMNUCC. Esto demuestra cierto nivel de compromiso hacia la educación sobre el cambio climático y constituye una base sólida para aumentar aún más las respuestas educativas al mayor desafío a escala mundial.
Según las contribuciones analizadas, los países hacen sobre todo referencia a la educación sobre el cambio climático en el marco de la sensibilización de las personas, algo que conlleva a pensar que será necesario que amplíen sus actividades con miras a tomar sistemáticamente en cuenta los demás elementos de la educación sobre el cambio climático, en particular la educación formal y la formación.
Las presentaciones indican también que en todos los niveles de la educación formal, los países han prestado mucha más atención al aprendizaje cognitivo con respecto al apredizaje socioemocional y comportamental, que son las herramientas esenciales para el empoderamiento de los educandos y para impulsar el cambio.
Los datos revelan también la lentitud con que determinados países toman en cuenta la educación sobre el cambio climático en la preparación de sus Contribuciones específicas a nivel nacional en el marco del Acuerdo de París. Esto demuestra que es necesario dar a los países mayor apoyo técnico en materia de educación sobre el cambio climático en la presentación de estos informes que desempeñan un papel importante en la definición de las metas y en los compromisos en materia de lucha contra el cambio climático.
Por último, el estudio de la UNESCO subraya la necesidad de continuar la investigación, para obtener un panorama más completo de la implementación de la educación sobre el cambio climático a escala nacional en el marco de los procesos de la CMNUC. Estas investigaciones futuras deben examinar fundamentalmente los mecanismos a través de los cuales los diferentes países formulan y aplican sus planes nacionales y sus comunicaciones en materia de adaptación, así como sus estrategias a largo plazo en favor del clima.