La joven sueca Greta Thunberg, destacada activista mundial que lucha para detener el cambio climático, tuvo este lunes una intervención histórica ante los líderes mundiales que, a convocatoria del Secretario General, se han reunido en la llamada Cumbre sobre la Acción Climática en Nueva York, y a quienes recriminó por no estar haciendo lo suficiente para detener este fenómeno.

Thunberg empezó su discurso asegurando que no debería estar subida en ese podio, sino estudiando en su escuela, al otro lado del océano.

“Ustedes se han robado mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías, y aun así yo soy una de las afortunadas. La gente sufre, la gente muere y ecosistemas enteros están colapsando. Estamos al principio de una extinción masiva y ustedes solo hablan de dinero y de cuentos de hadas de eterno crecimiento económico. ¡Cómo se atreven!”, aseguró.

Estamos al principio de una extinción masiva y ustedes solo hablan de dinero y de cuentos de hadas de eterno crecimiento económico.

Les recordó que desde hace treinta años “la ciencia ha sido clara” y les preguntó: “¿cómo se atreven a seguir mirando hacia otro lado y afirmar que hacen lo suficiente cuando las políticas y las soluciones necesarias todavía no están y no se las ve por ninguna parte?”

También les recordó que aún si se consiguiera la reducción de las emisiones de carbono que se necesitan en diez años, las probabilidades de limitar el cambio climático, según los científicos, se reducen a un 50%: “Un 50% puede ser aceptable para ustedes (…) Pero un riesgo el 50% es inaceptable para nosotros, los que tenemos que vivir con las consecuencias”.

Thunberg ofreció entonces estadísticas acerca de las emisiones y sus consecuencias recogidas de los estudios científicos y lamentó que en esta Cumbre “no habrá ninguna solución o plan que responda” a esas siniestras estadísticas “porque son números muy incómodos y ustedes todavía no son lo suficientemente maduros para decir las cosas cómo son”.

Después afirmó: “Ustedes nos están fallando, pero los jóvenes hemos comenzado a entender su traición. Los ojos de todas las futuras generaciones están sobre ustedes y si eligen fallarnos, nunca les vamos a perdonar”.

Pese a todo ello, se mostró optimista al concluir que el “el mundo está despertando y el cambio va a llegar, les guste o no”.

Está en peligro la vida misma

Por su parte, el Secretario General de la ONU afirmó que, si no cambiamos urgentemente nuestra forma de vida, estaremos poniendo en peligro la vida misma.

El Secretario General, António Guterres, en la ceremonia de inauguración de la Cumbre sobre la Acción Climática | ONU//Cia PakTras asegurar que todavía no es tarde para limitar el aumento de la temperatura media del planeta a los 1,5 grados centígrados, uno de los umbrales para evitar los efectos más catastróficos del calentamiento global, António Guterres explicó que ello “exigirá transformaciones fundamentales en todos los aspectos de la sociedad” desde cómo cultivamos los alimentos o cómo usamos la tierra hasta cómo suministramos energía a nuestras economías.

Estamos en un agujero profundo con respecto al clima. Para salir, primero debemos dejar de cavar.

Dijo que esa transformación tendrá un coste, pero aseguró que “más alto será el coste de no hacer nada”. Y añadió: “El mayor coste es subvencionar una industria de combustibles fósiles en decadencia, construir cada vez más plantas de energía de carbón y negar lo que es tan claro como el día”.

Guterres afirmó entonces: “Estamos en un agujero profundo con respecto al clima. Para salir, primero debemos dejar de cavar”.

Llamado al sentido común

El Secretario General apeló al sentido común de los dirigentes mundiales cuando les preguntó si: ¿es de sentido común dar billones de dólares ganados duramente por los contribuyentes para que la industria de los combustibles fósiles impulse los huracanes, propague enfermedades tropicales y aumente el conflicto? ¿Es de sentido común construir cada vez más plantas de carbón que están asfixiando nuestro futuro? ¿Es de sentido común recompensar la contaminación que mata a millones de personas con aire sucio y hace que sea peligroso para los ciudadanos de todo el mundo incluso salir de sus hogares?”.

Luego, recordó que incluso si logramos reducir las emisiones, muchas personas ya viven con los dramáticos efectos del cambio climático. Por lo tanto, la adaptación al calentamiento global se ha convertido en una prioridad y una condición esencial para aumentar la resiliencia de los países y las comunidades y evitar el sufrimiento humano.

Para ello es necesario acelerar el apoyo financiero e instó a los Estados a que repongan el Fondo Verde para el Clima y que los países desarrollados cumplan con su compromiso de movilizar 100.000 millones de dólares al año de fuentes públicas y privadas para la mitigación y la adaptación al cambio climático de los países en desarrollo.

Denuncia ante el Comité de los Derechos del Niño

Dieciséis niños peticionarios, incluido Greta Thunberg, procedentes de 12 países de todo el mundo han presentado este lunes una queja oficial histórica ante el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas para protestar por la falta de acción de los Gobiernos ante la crisis climática.

La activista juvenil Greta Thunberg se dirige a los líderes mundiales durante la Cumbre de Acción Climática en la sede de la ONU en Nueva York | UN Photo/Cia Pak

Los menores peticionarios, de entre 8 y 17 años, alegan que el hecho de que los Estados miembros no aborden la crisis climática constituye una violación de los derechos del niño. Por ese motivo, instan al organismo independiente a que ordene a los Estados miembros a tomar medidas para proteger a los niños de los efectos devastadores del cambio climático.

“El cambio debe suceder ahora si queremos evitar las peores consecuencias. La crisis climática no es solo del clima. También significa falta de comida y agua, lugares en los que no se pueden vivir y refugiados. Da miedo”, dijo Greta Thunberg.

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