María Soledad Acuña, ministra de Educación e Innovación de la Ciudad de Buenos Aires, nos cuenta la transformación educativa y tecnológica que viven las escuelas porteñas para que los chicos y jóvenes puedan desarrollar las habilidades imprescindibles que requieren los tiempos actuales y futuros.
¿Qué herramientas les está brindando hoy la escuela a los chicos para que puedan convertirse en autores de su propio futuro? Además de lectura, Matemática y Ciencias, ¿cómo se está abordando la formación en nuevas habilidades que pide nuestra época, incluidas las habilidades socioemocionales?
Estamos viviendo en un mundo de cambio y actualización constante y tenemos el enorme desafío de que la escuela acompañe ese proceso. No sabemos cómo van a ser los trabajos del futuro, lo que sí sabemos es que van a tener dos características: van a ser principalmente digitales y muy dinámicos. Los jóvenes se preparan hoy para trabajos que aún no existen.
También sabemos que el trabajo ‘de por vida’ está desapareciendo. Lo que viene son cambios mucho más constantes y por eso debemos formar jóvenes que tengan la capacidad de adaptarse a estas nuevas realidades.
En la Ciudad de Buenos Aires trabajamos por una escuela que estimule el talento, donde se propongan buenas preguntas y posibilite que todos los estudiantes desarrollen un aprendizaje que incluya los conocimientos, actitudes, valores y habilidades que el siglo XXI plantea.
Este año, diecinueve escuelas secundarias públicas de la Ciudad son Secundarias del Futuro: una escuela secundaria que se adapta a las nuevas tecnologías, a los nuevos formatos de los procesos de enseñanza y de aprendizaje y a las futuras demandas de la sociedad.
Este modelo promueve el aprendizaje por áreas de conocimiento, superando la fragmentación entre disciplinas; la planificación conjunta entre docentes y el trabajo articulado en el aula; el acompañamiento personalizado de los estudiantes a través de tutorías; el desarrollo de capacidades para el desenvolvimiento en la sociedad del futuro; el acompañamiento de los alumnos para la continuidad de estudios superiores y prácticas educativas obligatorias.
Además, focalizamos todos nuestros esfuerzos en formar ciudadanos digitales, usuarios críticos, autónomos, responsables, creadores de tecnología y generadores de información.
Por eso, incorporamos la tecnología a la enseñanza desde Nivel Inicial. Hoy, podemos decir que todos los chicos en sala de cinco años cuentan con el atelier digital y a través del juego y la exploración aprenden un nuevo lenguaje: el lenguaje de la programación.
En todos los niveles educativos, la Ciudad ha recorrido un importante camino en la incorporación de una cultura digital dentro del aula. ¿Qué experiencias han aprendido en este proceso y qué pueden compartir con ministerios o secretarías de otras jurisdicciones que estén en una instancia menos avanzada?
Partimos de plantearnos cómo educar a los alumnos de hoy que tienen permanentemente acceso a la información, están hiperconectados y tienen la capacidad de mirar muchas pantallas al mismo tiempo.
Para dar respuesta a este contexto, creamos el Plan Integral de Educación Digital enfocado en el uso pedagógico de la tecnología. Con esto, buscamos formar ciudadanos digitales a través de la incorporación de una diversidad de dispositivos que enriquecen los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Desde nuestra experiencia podemos decir que es muy importante que los chicos tengan Educación Digital desde Nivel Inicial ya que esto despierta la creatividad y garantiza el desarrollo integral de las competencias propias de la sociedad digital en toda su escolaridad.
Otro aspecto decisivo en la integración de la escuela a la cultura digital es el acompañamiento pedagógico. Desde que comenzamos con el PIED pudimos confirmar que es sumamente importante el rol de los facilitadores pedagógico digitales que junto a los docentes diseñan e implementan estrategias, fomentan el conocimiento y la apropiación crítica y creativa de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en la comunidad educativa.
Los avances tecnológicos nos obligan a estar atentos a las nuevas oportunidades y necesidades. En 2017, iniciamos una segunda fase del Plan Sarmiento y hoy las escuelas cuentan con tablets para uso exclusivo de los alumnos de primer ciclo, mientras que los alumnos de cuarto a séptimo grado cuentan cada uno con una netbook.
Además, contamos con el programa Aprendé Programando para los estudiantes de los últimos años de la secundaria que brinda herramientas para iniciarse en la industria como desarrolladores junior de videojuegos, páginas web y aplicaciones móviles.
Por otra parte, Codo a Codo, es una iniciativa para egresados de nivel secundario. A través de este curso de especialización, los capacitamos para insertarse laboralmente en el sector del software que está en continuo crecimiento y cada vez aumenta más su demanda de puestos de trabajo.
Los docentes son la base del sistema educativo. ¿Cuáles son los planes del Ministerio para asegurar la idoneidad de los maestros y jerarquizar la carrera docente?
Estamos convencidos que la carrera docente es una carrera del futuro. Hoy, vemos en los docentes un interés genuino en capacitarse, mantenerse actualizados y buscan el modo de encontrarse con sus estudiantes.
Desde Escuela de Maestros ofrecemos un ámbito de formación, discusión y mejora continua de las prácticas de enseñanza y de conducción escolar, con el objetivo de promover el desarrollo profesional de todos los docentes y equipos directivos.
Brindamos formación continua a más de 40 mil docentes por año, en diversos espacios de capacitación. Entre ellos se destacan el plan trienal de formación situada destinado a todos los maestros de nivel primario, con el fin de mejorar la enseñanza de Lengua, Matemática y Ciencias. Cada docente participa de 100 horas de capacitación por año.
Es nuestra prioridad capacitar a los docentes en tecnologías digitales y por eso contamos con una variada oferta de cursos, seminarios y talleres.
Además, estamos convencidos de la importancia de crear una Universidad donde se formen los maestros, para jerarquizar su profesión y para que más jóvenes elijan la carrera docente.
Es necesario que la formación esté centrada en las competencias, en el trabajo interdisciplinario, en la práctica del aula y que utilice la tecnología desde una perspectiva pedagógica, entre otras características.