Debido a la emergencia de salud pública, la migración a las plataformas digitales ha sido una aventura para todos. El sector educativo tuvo que acelerar su vuelco hacia la virtualidad, sorteando las históricas dificultades de conectividad y de acceso a dispositivos, una brecha que, para una ciudad capital como Bogotá, con más de 8 millones de habitantes, es un enorme desafío.
Si bien los avances son positivos y las políticas encaminadas hacia este propósito se mantienen vigentes, nadie estaba preparado para los drásticos cambios que trajo la pandemia. Actuar rápido, ser creativos y sacar el mayor provecho de la tecnología disponible fueron las premisas de las autoridades educativas de la ciudad, a fin de que los estudiantes pudieran mantener su formación desde casa.
Para ello, la Secretaría de Educación de Bogotá extendió el uso de las herramientas tecnológicas (con el uso de la Suite 365 de Microsoft, que incluye Teams, plataforma de comunicación y trabajo colaborativo), las cuales se convirtieron en los principales canales para mantener las clases y el calendario educativo.
La ágil implementación y el uso masivo de estas herramientas, que viene creciendo desde el año pasado, sitúa a la Secretaría de Educación de Bogotá como la entidad que más emplea Teams en Colombia y una de las 5 principales en América Latina. Pasó de 178 mil usuarios en septiembre de 2020, a más de 312 mil en marzo de este año.
“El propósito era claro: proteger el derecho a la educación. En la virtualidad empezamos a ver un potencial y ahí nos dimos cuenta que teníamos a Microsoft como aliado estratégico. El uso del correo electrónico era permanente y en lo administrativo sacábamos provecho de algunas herramientas de la Suite 365, pero no conocíamos el alcance de muchos otros recursos que manejamos hoy, y seguramente debemos seguir explorando”, explica Mauricio Castillo, subsecretario de Calidad y Pertinencia de la Secretaría de Educación de Bogotá.
Con ese respaldo tecnológico y la capacidad técnica de la Secretaría, se activó la estrategia ‘Aprende en Casa’, que permitió migrar hacia la virtualidad, llevar contenidos educativos a la televisión y a la radio, y generar material para que maestros y estudiantes pudieran tenerlo a un clic, en portales como Red Académica, que pasó de 4 millones de visitas al año a más de 30 millones en 2020 y, en lo que va de 2021, ya alcanza los 42 millones de visitas.
La primera ruta para conectarse con la comunidad fue el correo electrónico: habilitar cuentas para que estudiantes y maestros tuvieran contacto e intercambio de recursos educativos. Su uso creció 85 %. A la par se iniciaron capacitaciones para aprender el manejo de herramientas como Teams, en las que participaron cerca de 25.300 docentes.
“La pandemia nos abrió nuevas necesidades en una ciudad con más de 35 mil maestras y maestros, casi 4.000 administrativos, 400 instituciones públicas de educación y cerca de 800 mil estudiantes de todos los niveles educativos de los colegios oficiales. Esas proporciones elevan la dificultad del reto, pero sabemos que la mejor herramienta es la tecnología”, añade el subsecretario.
Apropiación tecnológica para cerrar brechas
La acelerada transformación digital de la Secretaría de Educación, más que una respuesta a la pandemia, obedece a la atención de una necesidad apremiante: que los niños de la ciudad tengan acceso y se acerquen más a la tecnología.
“En esta coyuntura confirmamos que son muchos los estudiantes, maestras y maestros que no tienen acceso a dispositivos ni a conectividad. Por eso diseñamos un proyecto en el marco del Plan de Desarrollo para adquirir equipos y garantizar conexión móvil, el cual fue aprobado en el Concejo de la ciudad. Con una “donatón” y recursos adicionales, hoy tenemos una meta de 105.686 equipos, 5.000 portátiles y cerca de 100 mil tabletas para entregar a niños de básica secundaria y media”, señala Castillo.
Esta iniciativa, en la que participa Microsoft, hace parte de la ‘Ruta 100K Conéctate y aprende’, lanzada el pasado 26 de marzo, la cual, además de la entrega de dispositivos y la conectividad para los estudiantes más vulnerables, contempla una estrategia de apropiación tecnológica en aras de reducir la brecha digital, para que, adolescentes y jóvenes aprendan a manejar los dispositivos, y puedan así aprovechar todas las herramientas.
“Las acciones van desde usar Teams, hasta toda la suite de Microsoft para que puedan seguir con sus clases sin ningún problema. Las licencias son gratuitas, pues hacen parte del beneficio que brindamos a la educación pública”, agrega Mickael Martiquet, director de Educación de Microsoft para Colombia.
Los colegios públicos de la ciudad ya cuentan con más de 11 mil dispositivos y, a partir del mes de mayo, se espera entregar 5 mil cada semana.
“Esto ya arrancó, vienen las entregas de los dispositivos a los usuarios para que puedan iniciar con todas las actividades académicas propuestas en su ruta de aprendizaje. La Secretaría podrá contar con analítica de datos para conocer a qué sitios acceden los estudiantes y qué contenidos descargan. Nuestro propósito es tener, a mitad de año, más de 105 mil estudiantes conectados y vinculados a la apropiación. Aquí van a tener internet seguro, queremos que no sean solo consumidores, sino que puedan crear sus propios contenidos e interactuar, haciendo uso de las herramientas de Microsoft”, añade el subsecretario Castillo.
Accesibilidad e inclusión para que nadie se quede atrás
La virtualidad en la educación evidenció grandes retos en materia de accesibilidad e inclusión para personas en situación de discapacidad que, con la ayuda de tecnologías avanzadas, se pueden sortear.
“En la Secretaría recibimos inquietudes de estudiantes sordos, solicitando que el maestro y el intérprete fueran más visibles en las clases virtuales, por ejemplo. Microsoft rápidamente nos brindó la solución de anclarlo en la pantalla. Y adicional a eso, nos ofreció una mejor solución: traducir a texto lo que el maestro dice. De nuevo, encontramos apoyo en la tecnología”, dice Castillo.
Otro aspecto fundamental ha sido la seguridad. “Uno de los grandes beneficios de nuestras herramientas es la seguridad y la privacidad de la información para los estudiantes. Es una prioridad de Microsoft que todas las actividades de los jóvenes sean seguras y en un ambiente cerrado; eso lo ofrecemos en Teams y en todas nuestras soluciones”, señala Martiquet. Eso ha dado la tranquilidad no solo a los padres de familia, sino también a los maestros, que han dejado de lado esa preocupación, para enfocarse en la preparación de las clases.
Ejemplo de ello es el profesor Fabián González, de la Institución Educativa República de Guatemala, en Engativá. Sus clases se han destacado por ser divertidas y fuera de lo tradicional. El Profe Fabián utiliza música, elementos cotidianos del hogar y hasta se disfraza de diversos personajes para llegarles a los niños de forma distinta. Muchos maestros empezaron a usar los espacios del entorno como recursos pedagógicos: la cocina, el jardín, la azotea, los libros de los padres, las historias.
Y justamente con los profesores se siguen realizando capacitaciones y tutoriales que quedan disponibles en el portal de Red Académica para su consulta. “A través de plataformas como Teams, trabajamos mucho en el potencial de comunicar cómo abrir una conversación, cómo crear salas distintas y cargar material. También en la creación de formularios, algo que no siempre se sabe hacer; así como el uso del correo electrónico. Fortalecimos habilidades en Teams, OneDrive, Forms y toda la suite 365”, agrega el subsecretario.
Una transformación que llegó para quedarse
Muchos coinciden en que los avances en materia digital que ha dejado la pandemia son el legado positivo de la compleja situación global. “Esta coyuntura detonó una verdadera transformación pedagógica. La situación nos enseñó a definir competencias y habilidades, a flexibilizar curricularmente lo que los niños tienen que aprender y a ser dinámicos. El virus nos puso a pensar distinto en el proceso educativo, en cómo utilizar los recursos que están a la mano y a complementar la educación presencial”, añade Castillo.
Ese impulso ha llevado a no asumir las clases virtuales como el objetivo sino, a partir de ahí, crear nuevas oportunidades. “Tenemos varios proyectos corriendo, el primero es un piloto con Red-P, la oficina de soporte tecnológico de la Secretaría, para generar un aplicativo en Teams que permita monitorear el estado de salud de los niños. Ellos tienen que diligenciar un formulario que permitirá conocer el nivel de riesgo que tendrían de asistir presencialmente al colegio”, destaca Martiquet.
La fase de pruebas está en desarrollo y se espera iniciar el piloto este mes de mayo. Gracias a un Bot, o asistente virtual, integrado en Teams, el rector de la institución puede, por ejemplo, identificar los riesgos que tendrían los estudiantes de asistir a las aulas, por la pandemia. Incluye, además, un visualizador o dashboard en el que la Secretaría de Educación puede detectar si hay brotes epidémicos en las instituciones, y así alertar y tomar decisiones pertinentes con las autoridades de salud.
“Uno tiene que aprender, reaprender y desaprender cosas, esa frase se la escuché a una maestra, y fue lo que les pasó a muchos docentes. Se está reinventando en el proceso educativo. Hoy es la gran oportunidad de tener cambios. En educación nada es fácil. Luego de un año de pandemia debemos transformar, mejorar, incentivar y descubrir”, concluye el subsecretario Castillo.