Competitivo, interconectado, con aulas más colaborativas, participativas y enfocado en la educación de calidad es cómo desde la Agencia Internacional de Calidad Educativa (AICE) definen la transformación que está viendo el sector que comprende a las instituciones de Educación Superior. 

En los nuevos entornos escolares híbridos, presenciales o virtuales el observatorio de AICE ha detectado que existen tres tendencias constantes que están marcando la educación en México y el resto de Latinoamérica.

1. Cambio de enfoque: el estudiante como centro 

El estudiante como centro para que los programas académicos respondan sobre el aprendizaje adquirido y no sobre el proceso de enseñanza solamente, además del énfasis en una educación emocional para que los alumnos tengan herramientas para que puedan ser competitivos, proactivos y con capacidad de gestionar situaciones del “mundo real”.

2. Evaluar el proceso de enseñanza y aprendizaje para lograr una educación de calidad 

El estudiante debe de poder desarrollar un pensamiento crítico, analítico, multidisciplinario y con conciencia social para poder competir a nivel local en un mundo globalizado.

Además, las universidades se deben de acreditar para garantizar una educación de calidad enfocada en los ODS de la agenda 2030 para que así estudiantes, padres de familia y la sociedad en general puedan recibir de las Instituciones de Educación Superior una educación inclusiva, equitativa y de calidad para promover oportunidades de aprendizaje.

3. Aula presencial + aula virtual para un aprendizaje inclusivo: un espacio de colaboración

La transformación digital está llevando a la comunidad educativa a transformar las prácticas tradicionales de enseñanza. Con esta tendencia, la apertura de la educación de calidad hacia todos los sectores de la población se hace una posibilidad que va a permitir en los próximos años que las Instituciones de Educación Superior se conviertan en agentes de cambio positivo en el desarrollo de los países a nivel local y global. 

En AICE dan cuenta de que -sin importar la latitud- estas tendencias permiten que los alumnos y futuros profesionales puedan estar más preparados para el futuro inmediato en un mundo que cambia constantemente.

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