La acreditación de los programas académicos se ha consolidado en los últimos veinte años como el medio para reconocer y asegurar la calidad de la Educación Superior en América Latina, aspecto que ha sido manifestado de igual manera por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
El proceso de acreditación garantiza a las Instituciones de Educación Superior (IES) una evaluación con una metodología objetiva a través de pares evaluadores, la certeza de una matrícula –debido a que los alumnos tienen la confianza de cursar un programa de calidad– beneficios económicos y de intercambio internacional, entre otros.
En ese sentido, el Consejo de Acreditación en Ciencias Sociales, Contables y Administrativas en la Educación Superior de Latinoamérica, A. C. (CACSLA), a partir del crecimiento explosivo de la matrícula y las instituciones, ha orientado sus esfuerzos para valorar la calidad de los programas académicos atendiendo a los tres grados y modalidades generadas en las dos últimas décadas.
El diseño de los instrumentos no ha sido fácil debido a que el desarrollo acelerado y diversificado en fines, propósitos, alcance y consolidación de los programas, no permite una estandarización estricta de los indicadores y criterios de valoración.
Sin embargo, se ha considerado la dinámica del conocimiento y la tecnología para atender a las especialidades y subespecialidades de las disciplinas, así como los requerimientos y demandas en los aspectos económico, social y cultural.
En el caso del instrumento de posgrado, es importante puntualizar los aspectos que definen dicho nivel. Respecto a la conceptualización y el diseño de los programas de posgrado, éstos tienen dos orientaciones, la primera fundamentalmente académica científica, tiene como objetivo preparar investigadores que participan en forma creativa en la docencia e investigación del área de conocimiento correspondiente. La segunda, profesionalizante, tiene el propósito de profundizar conocimientos y competencias en un campo profesional, en términos de especialización en un área o disciplina, que se manifiestan con una serie de productos orientados al saber-hacer, como reportes de proyectos, intervenciones profesionales específicas, análisis de procesos, generación de modelos o prototipos, revisiones, análisis y críticas del estado del arte. Se trata de formar profesionales capacitados para participar en los procesos de análisis, innovación, adaptación y aplicación del conocimiento para el desarrollo de competencias profesionales especializadas.
Por el tipo de productos, estos programas tienen tres características definitorias: a). No están orientados a la investigación y desarrollo científico de la disciplina, b). No demandan un tiempo completo de dedicación a los estudios y c). Forman especialistas o docentes en un ámbito concreto o área específica de la disciplina.
Respecto a la evaluación y acreditación de dichos programas en las IES en México, Gago (2005) menciona que deberían establecerse “esquemas de criterios y elementos de juicio que determinen estándares y niveles de calidad adecuados a la realidad del país y sus metas, en materia de recursos humanos altamente calificados” (p. 38). En este contexto, CACSLA ha considerado evaluar los programas de posgrado profesionalizante utilizando indicadores que valoren las cualidades de los programas, que no contemplan en instrumentos orientados a la evaluación de posgrados con enfoque de investigación.
En ese sentido y partiendo de un análisis de la situación en la que se desarrolla el nivel de estudios de posgrado en las instituciones de educación superior, la diversificación disciplinar y los parámetros que definen las características de la orientación de los programas profesionalizantes, CACSLA desarrolla un instrumento de evaluación para los programas de posgrado con orientación profesionalizante que contienen los indicadores y elementos que se adecuan a sus características.
Metodología y estándares de evaluación
Como organismo especializado en la acreditación de programas educativos, CACSLA diseñó un instrumento que consta de nueve estándares de evaluación que contemplan los ámbitos académico, organizacional y de gestión, organizados como se muestra en la figura 1.
Estos nueve estándares se valoran mediante una metodología de pares evaluadores, privilegiada para la acreditación de programas en la que se establece que la evaluación es voluntaria. Se efectúa mediante una autoevaluación, observación y punto de vista externo de un grupo de expertos que dan cuenta de la calidad de la institución educativa y sus programas, acreditando su credibilidad y confianza con el reconocimiento y prestigio social correspondiente para su comunidad educativa: alumnos, egresados, maestros, investigadores y funcionarios.
Para cada estándar se definieron referentes específicos e indicadores a los que se les otorga un puntaje que sumado otorga al programa hasta 1000 puntos, que la institución obtiene a través de presentar las evidencias documentales en cada indicador y la fundamentación de las mismas que consiste en una descripción puntual sobre la relación que estos documentos guardan con el indicador. De acuerdo con estas evidencias se calcula el porcentaje alcanzado en cada indicador. Este ejercicio se realiza tanto en la autoevaluación como en la valoración externa. Los puntajes a obtener por los programas en cada uno de los estándares se presentan en la figura 2.
Un programa se considera acreditado cuando el puntaje obtenido es superior a los 701 puntos. Emitiéndose un dictamen en el que se hacen recomendaciones para mejorar el puntaje en evaluaciones posteriores.
La calidad marca la diferencia
La acreditación de los programas académicos continúa consolidándose como el medio para reconocer y asegurar la calidad de la Educación en México.
Por ello, en congruencia con los países latinoamericanos que han buscado soluciones al problema de la calidad en todos los niveles educativos (Cardoso, Cerecedo y Ramos, 2011), CACSLA evalúa, acredita y certifica como elementos centrales para colaborar en el desarrollo de las políticas en educación. Actualmente, acredita programas de licenciatura o pregrado, Programas de Licenciatura o pregrado virtuales y a distancia, programas de licenciatura o pregrado semipresenciales (Blended Learning) y Programas de presenciales de posgrado profesionalizante. Este último que es el objeto de estudio de este documento, surge para valorar la calidad de los programas de posgrado profesionalizante en áreas con una alta demanda.
La creciente diversidad de instituciones y programas diseñados para profundizar conocimientos y competencias en el campo profesional a través de posgrados profesionalizantes, ha sido un reto importante para CACSLA, al definir puntualmente el tipo de programas que el instrumento diseñado evalúa, considerando tres características definitorias sobre ellos:
- No están orientados a la investigación y desarrollo científico de la disciplina.
- No demandan un tiempo completo de dedicación a los estudios.
- Forman especialistas o docentes en un ámbito concreto o área específica de la disciplina.
CACSLA seguirá desarrollando instrumentos para la acreditación atendiendo a las necesidades de las instituciones de educación superior de Latinoamérica, en términos de grados, modelos educativos y modalidades de los programas académicos.
REFERENCIAS
- Gago, A. (2005). Apuntes acerca de la evaluación educativa. México: SEP.
- Sánchez, J. (2008). Una propuesta conceptual para diferenciar los programas de postgrado profesionalizantes y orientados a la investigación. Implicaciones para la regulación, el diseño y la implementación de los programas de postgrado. Revista Ciencia y Sociedad, XXXIII (3). Instituto Tecnológico de Santo Domingo, República Dominicana. Pp. 327-341.
- Rama, C. (2006). Los postgrados en América Latina en la sociedad del saber. En: Informe sobre la Educación Superior en América Latina y el Caribe 2000-2005: La metamorfosis de la Educación Superior. Caracas: Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC). Pág. 46.